Hoy ha aparecido entre las redes sociales esta foto de la actual reina de España, Letizia Ortiz.
Todxs sabemos la vida anterior de esta mujer, cómo el color rojo ha pasado al azul gracias al elemento químico “Ag”, (la plata, para los de letras). Pero esto poco nos importa ahora.
El caso es que en vez de quejarnos de los más de 34 millones de euros que nos roban al año, ¡es mucho más divertido reírnos de la apariencia física de estos personajes! Cuando el rey se fue a cazar, captó nuestra atención por su cadera, tanto que ya no sabíamos si fue a cazar rojos o elefantes.
Ahora sale esta foto, y todxs lxs que van de “feministas” y “progres” han salido de sus cuevas para tuitear lo “revolucionarixs” que son.
Otrxs dicen algo así como que Letizia está tan delgada que es su nueva “heroína”, o no era así, pero algo de eso, ya sabéis.
Y luego, a seguir quejándonos de leyes como la reforma del aborto, quejándonos de que juzguen nuestros cuerpos y decidan por nosotras, de que nos implanten unos cánones de belleza, ¡por favor, sigamos llamando al 1950 para decirle que se ha dejado sus roles opresivos en nuestro siglo y que acuda URGENTEMENTE a recogerlos!, pero eso sí, continuemos con nuestra hipocresía y nuestro “feminismo de clase”, porque claro, mujeres no somos todas (Gallardón, es sarcasmo).
Todxs sabemos la vida anterior de esta mujer, cómo el color rojo ha pasado al azul gracias al elemento químico “Ag”, (la plata, para los de letras). Pero esto poco nos importa ahora.
El caso es que en vez de quejarnos de los más de 34 millones de euros que nos roban al año, ¡es mucho más divertido reírnos de la apariencia física de estos personajes! Cuando el rey se fue a cazar, captó nuestra atención por su cadera, tanto que ya no sabíamos si fue a cazar rojos o elefantes.
Ahora sale esta foto, y todxs lxs que van de “feministas” y “progres” han salido de sus cuevas para tuitear lo “revolucionarixs” que son.
Otrxs dicen algo así como que Letizia está tan delgada que es su nueva “heroína”, o no era así, pero algo de eso, ya sabéis.
Y luego, a seguir quejándonos de leyes como la reforma del aborto, quejándonos de que juzguen nuestros cuerpos y decidan por nosotras, de que nos implanten unos cánones de belleza, ¡por favor, sigamos llamando al 1950 para decirle que se ha dejado sus roles opresivos en nuestro siglo y que acuda URGENTEMENTE a recogerlos!, pero eso sí, continuemos con nuestra hipocresía y nuestro “feminismo de clase”, porque claro, mujeres no somos todas (Gallardón, es sarcasmo).
A veces deberíamos recordar que una persona no tiene unas medidas físicas erróneas, sino que son las otras quienes tienen una percepción errónea sobre las demás medidas físicas.